Oriente puede ser campeón frente a Bolívar

Lo tenía Oriente, lo disfrutaban los hinchas. Es que los tres puntos que lograba el equipo en el Félix Capriles de Cochabamba frente a Wilstermann lo colocaba a un paso del título del Apertura 2009. Pero al minuto 88’, y cuando los hinchas miraban de pie esperando el pitazo final, vino el mazazo. Desde la mitad de la cancha, el arquero Hugo Suárez envió la pelota al corazón del área buscando una cabeza ‘salvadora’, y en ese trayecto, desde casi 40 metros, el balón se le escurrió entre las manos al meta Sergio Galarza. Lo inesperado había llegado, era el definitivo 1-1 del duelo.

En la desesperación, Imperiale, Gaitán, Zabala y compañía levantaron la mano reclamando un golpe con el brazo de un rival, pero no hubo vuelta, el tanto fue legítimo y el árbitro José Jordán lo convalidó. Se pagaba caro haberle tenido demasiado respeto a un equipo liviano, con pocos argumentos y además desesperado por salir de la zona roja del descenso.

Oriente lo dejó jugar y como no se defendió con la pelota, llegó el tanto del empate que les cayó como derrota, porque ahora para ser campeones del Apertura deben ganar a Bolívar y The Strongest, en el Siles.
Esta vez la apuesta de ‘Vitamina’ no surtió efecto, porque Oriente no fue un equipo agresivo, sino que más bien se dedicó a esperar y a intentar a través de un chispazo del ‘Conejo’ Arce, una contra que hubiera hecho daño. Pese a ello, la visita fue la que se puso en ventaja, ya que al minuto 15 luego de una corrida por izquierda de Arce, logró enviar un centro que le permitió a Campos ceder el balón a Vaca, que definió con categoría ante el achique de Hugo Suárez. El 1-0 daba a Oriente jerarquía en cancha, pero no supo sacar provecho de ello.
El equipo siguió igual, rechazando los embates de un Wilster con poco peso en ofensiva, porque Salinas y Ríos no dominaban y hasta se mostraban dubitativos cuando tenían la pelota en los pies. Pero como los espacios comenzaron a abrirse, Wilster aprovechó para apretar. Tras una pelota en el área grande, Gaitán e Imperiale cruzaron duro a Salinas y el árbitro no dudó en cobrar penal. El propio Salinas agarró el balón, pero su remate, suave y a ras de piso, fue detenido con gran estirada por Galarza.
Pese a la inyección anímica Oriente siguió igual, metido atrás y esperando lo que pudiera hacer su rival. Campos, Vaca y Aguirre optaron más bien por defender, por intentar cortar las corridas de Guzmán, Torrico y Salinas y con ellos dedicados a eso, en vez de a retener la pelota, el equipo comenzó a sufrir. Toda pelota que llegaba al campo rival era controlada por Carballo y Amador, ya que el ‘Conejo’ no bastó para apretar ahí. El ingreso de Peña por Campos, que lució bajo, no mejoró las cosas hasta que llegó el minuto fatídico y sucedió lo descrito.
De todas formas, Oriente depende de Oriente para ganar la corona, sólo que ahora, tras el empate de anoche, debe ganar a los grandes paceños.

Las frases

“Hay mucha gente que no quiere que ganemos el título, pero vamos a lograrlo”
Pablo Sánchez / Oriente P.

“Fue premio a nuestra insistencia. Para nosotros era clave sumar como sea”
Luis Galarza / Wilstermann

El árbitro

Pésima su labor
El chuquisaqueño José Jordán se comportó anoche como un principiante. Tuvo errores gravísimos, como cuando cobró un fuera de juego inexistente tras un saque de meta del arquero Suárez, o el agarrón de Marcelo Carballo a Juan Carlos Arce, cuando el ‘Conejo’ iba en busca del balón. Sus errores fueron notorios, para ambos equipos. Al final casi lo agreden los jugadores de Oriente.

Tiro libre

Hubo violencia
No se había jugado ni siquiera 5 minutos, cuando se produjo un intercambio de petardos entre los barrabravas de ambos equipos en las graderías. Por suerte no pasó a mayores.

Las botellas
Lamentable fue ver cómo los hinchas locales lanzaban botellas de gaseosas a la cancha. Los blancos eran el técnico Pablo Sánchez y su asistente Fabio Fernández, que fueron insultados durante todo el partido. La actitud de los albiverdes fue para destacar, pues no respondieron la incitación.

Fueron a mirar
Los pocos efectivos policiales que había en la cancha no fueron suficientes para controlar, pero sobre todo identificar a los furiosos seguidores que lanzaban proyectiles como si nada. Los periodistas que estaban cerca de la malla de protección tuvieron que alejarse para no ser alcanzados por las botellas que ‘llovían’.

En la tribuna
El duelo no sólo fue en la cancha, también entre las barras. Los cientos de hinchas albiverdes compartieron la curva sur con sus pares de Wilstermann. No la pasaron bien, porque se lanzaron petardos directo a la humanidad. El árbitro pidió a los capitanes de ambos equipos calmar los ánimos.

La bronca se desató al final
Pura bronca y lágrimas de impotencia fue el vestuario de Oriente tras el final del partido. Todos los dardos apuntaban al árbitro José Jordán, más allá del gol del empate de Wilstermann.
Apenas se escuchó el pitazo final, casi todo el banco se levantó y se fue como una avalancha hacia el juez para recriminarle por su actuación, pues lo culpaban del empate que tenía un sabor a derrota.
Gaitán estaba incontrolable, ni siquiera el preparador físico, que trató de sujetarlo, pudo impedir que se le abalanzara al árbitro, que junto a sus dos asistentes mostraban rostros de mucho miedo. Para suerte la Policía actuó a tiempo y de alguna manera impidió agresiones, aunque nadie de Oriente se guardó un insulto.
Entre tanto, a unos metros del lío, ‘Vitamina’, Sánchez que explotaba de rabia, se tomó un respiro y decidió quedarse a medio camino. “El árbitro fue un desastre. Esto no puede seguir así, tienen que hacer algo para solucionar el tema arbitral”, señaló el técnico.
Cuando se dirigían al camerino, Ribera no aguantó y derramó algunas lágrimas. “Ese árbitro es una vergüenza. Me hacen una falta a mí y cobra falta a favor de ellos”, recriminaba Mojica. Imperiale decía que contra 14 tipos no se podía jugar, mientras el ‘iracundo’ Gaitán tiraba un portazo desahogando toda su bronca dentro del vestuario.
“Ya está, vamos a ir a ganar a Bolívar y el título va a ser nuestro”, dijo Imperiale, a modo de levantar a un equipo que anoche estaba golpeado.

El ojo crítico

El duro
Andrés Imperiale / Defensor
Se pasó de revoluciones
El central de Oriente cometió varias faltas cerca del área grande de su equipo, generando constante peligro. Por momentos no mide su fuerza ni las consecuencias al marcar.

Premio limón
Sergio Galarza / Arquero
Se ‘comió’ el gol del empate
La buena actuación que venía realizando la echó por tierra con el grueso error que dio pie al empate de Wilstermann. El capitán de Oriente fue el principal responsable del resultado.

Caído del cielo
Hugo Suárez / Arquero
Su gol ayudó a evitar la caída
El arquero de Wilstermann fue el artífice del valioso empate que logró su equipo. Dejó su arco y salió a cobrar un tiro libre que terminó en gol, en complicidad con Sergio Galarza.

Lo gritaron Real Potosí, San José y Universitario
El gol de Hugo Suárez, marcado a los 88’ y que permitió a Wilstermann igualar con Oriente, fue también celebrado por los hinchas de Real Potosí, Universitario y San José, que se unen a Bolívar y Oriente como serios aspirantes al título del campeonato.
La tabla dice que los albiverdes siguen siendo líderes, pero la diferencia con los celestes paceños ahora es de un punto. Si Bolívar gana (haría 37) y también lo hacen Real Potosí y Universitario (llegarían a 36), todo se define en la última fecha (ver programación). Con ese panorama Oriente dependerá de un ‘milagro’.
Pero si Oriente gana y pierden Real Potosí, Universitario y San José, este domingo, puede darse el lujo de dar la vuelta olímpica en el Hernando Siles. La calculadora está en mano.