A paso de campeón

Oriente está con la racha de campeón, de eso no cabe ninguna duda. Jugando mal ayer sumó su tercera victoria a costa de The Strongest, que pudo dar la sorpresa de la jornada y no quiso.

La displicencia. Poco o nada de fútbol habían generado, ambos planteles, cuando de pronto los gualdinegros se pusieron en ventaja. Christian Ruiz a los 9 batió sorpresivamente a Suárez. Tan inesperado fue el gol que en vez de afectar positivamente en los visitantes, les causó daño.
En su peor momento Oriente estaba regalado y el Tigre -con esa mediocridad de aferrarse al único gol- no quiso liquidar el pleito a su favor. Tuvo por lo menos 4 grandes oportunidades de gol que no resolvió. A los 27, Adles, Regis, Ruiz se estorbaron -entre ellos- con todo el pórtico a su disposición; en los 39, Luis Gutiérrez despejó mal dentro el área y solo frente al arco Nelvin Soliz se achicó. Eso deben reclamar enérgicamente técnicos, dirigentes y los propios jugadores ¿Por qué desperdician las oportunidades?

El cronómetro marcaba los 57 cuando el palo devolvió un tiro que era gol cantado de Ruiz, el propio Ruiz tres minutos más tarde no quiso fusilar al guardameta. Y así se pueden numerar muchas otras opciones. Si los equipos no aprenden de sus errores ¿De qué va a aprender? ¿Qué piensan los técnicos que gritando y culpando al árbitro van a ganar? Ayer The Strongest pudo transformar la fiesta verdolaga en duelo y causar silencio sepulcral, pero no quiso hacerlo.

Ya viene la Libertadores. Comentario aparte merecen los anfitriones. Ayer claramente se vio que ante un rival de mayor envergadura -como The Strongest- Oriente no es el equipo nutrido de virtudes que pareció ante los desarmados La Paz FC y Real Potosí.

Una mala tarde la tiene cualquiera, tal vez eso le pasó al campeón. Tuvo una zaga y un medio campo intrascendente, menos mal que los goles salvaron la jornada, especialmente el de Miguel Ángel Hoyos. La tremenda potencia en su remate hizo pensar que en la Libertadores otro será el cantar. Por lo demás, se ganó el partido, se sumó los puntos y a corregir los errores se dijo para no lamentarse después.