‘Tucho’ habla de su fama de duro

08 septiembre 2008

Víctor H. Antelo En su etapa de jugador marcó 350 goles en 18 temporadas. Es entrenador desde el 2001. Empezó en Oriente, el club que lo catapultó como futbolista el 1983. El 3 de septiembre volvió al club refinero para dirigir al plantel profesional.
El miércoles pasado asumió por cuarta vez como entrenador de Oriente. Está contento porque considera que confían en su trabajo.

de perfil...

Ex jugador y DT

Nombre: Víctor H. Antelo

Fecha de nacimiento: 2 de noviembre de1964 en Santa Cruz.

Clubes en los que jugó: Oriente (1983-1988) 144 goles; Real Santa Cruz (1989) 22 goles; Blooming (1990) 5 goles; Fujita, de Japón (1990) 19 goles; Blooming (1991) 16 goles; Bolívar (1992) 3 goles; San José (1993) 20 goles; Bolívar (1994) 12 goles; Real Santa Cruz (1995) 8 goles; The Strongest (1996) 14 goles; Blooming (1997-2000) 85 goles. Selección Nacional, 11 partidos y 2 goles.

Títulos: Campeón Boliviano 1992, 1994, 1998 y 1999.

¿Vuelve a casa o es un simple reto profesional volver a Oriente Petrolero?


Es un reto profesional. La dirigencia confía en uno y ahora lo que espero es que mi trabajo se vea reflejado en resultados deportivos.



Pero más allá de ese objetivo, ¿el club le significa algo?

Desde luego porque fue el club en el que debuté como futbolista profesional. Estuve seis años y marqué algo más de 150 goles. Por lo general uno siempre le guarda un cariño especial al club que defendió. Uno nunca puede olvidar las cosas buenas que pasó y en Oriente debuté como jugador y también como entrenador.

Lo curioso que es fue campeón como jugador y como entrenador, ¿esto lo hace más especial?

Son cosas que marcan y ahora hay que retribuir todo eso con éxito deportivo, ya que Oriente es un equipo grande.

¿Esperaba volver a Oriente en cualquier momento?

No lo esperaba, porque cuando menos se piensa aparecen las cosas. Y bueno, se dio y lo que queda es ponerle el pecho para conseguir los objetivos propuestos.

¿Hacía cuánto tiempo que no dirigía?

Aproximadamente cinco meses; desde que dejé Guabirá. Pero estaba tranquilo y disfrutando, ya que cuando toca trabajar uno vive con mucho estrés por las horas y el compromiso con el equipo. En otras palabras estaba de vacaciones y haciendo cosas que no suelo hacer cuando estoy dirigiendo.

¿Sentía la necesidad de dirigir?

Claro, porque es nuestra profesión. De todas formas, a partir de ahora quiero dirigir equipos que aspiren a algo importante, ya que he comprobado que es más estresante trabajar en equipo chico porque no tienen un horizonte claro.

Justamente de esto queremos consultarle ¿qué le deja como experiencia el haber dirigido ya equipos de clubes grandes y chicos?

Son dos realidad distintas. Cuando se dirige a clubes grandes es fuerte la presión de la dirigencia y la hinchada porque hay que conseguir títulos, en cambio en los clubes chicos hay muchas dificultades por las carencias en todo sentido. Por eso hay que entender al técnico de los clubes chicos porque viven una realidad muy triste. Incluso hay jugadores que rechazan la oferta porque temen a que les vaya mal.

¿Los entrenadores le huyen a los equipos chicos?

Claro, porque hay muchas limitaciones. No hay cancha ni material de entrenamiento. Es complicado porque no se tiene las mismas condiciones que en clubes grandes. por eso valoro a los técnicos que trabajan es clubes con muchas carencias porque realmente es luchar ante muchas adversidades.

¿Lo dice porque viene de dirigir a Guabirá, un club chico?

Hay algo de eso, pero quiero aclarar que en ese club me contrataron el 7 de enero y la Copa AeroSur comenzaba el 20 de ese mes. En esa época ya no habían jugadores para contratar. Por suerte pude conseguir a Dimas, que la dirigencia de Blooming lo cedió por no dárselo a Oriente Petrolero. Además, se empezó a trabajar muy tarde. El éxito de Universitario y La Paz FC se basó en iniciar su preparación con anticipación y fichar jugadores nacionales con antelación. Así debe obrarse, ya que el mercado de jugadores es chico en el país.

Pero también hay casos de clubes que fichan a los mejores y no tienen logros. Un caso es The Strongest.

El fútbol es impredecible, pero acá se da porque hay tantas irregularidades que al final incide en equipos grandes y chicos. Por ejemplo, la falta de profesionalismo en los jugadores afecta a un plantel. Por eso no se debe contratar por contratar. Hay que saber antes cómo es el jugador profesionalmente para después tomar la decisión de fichar.

Hablemos de Oriente, su nuevo equipo, ¿qué puede esperar el hincha refinero con el plantel bajo su mando?


Soy conciente que los resultados deben darse a corto plazo. Aquí no se espera y por eso sabemos de la responsabilidad que implica entrenar Oriente. El plantel cuenta con buena base a quienes se le puede sacar provecho.

Cuando lo contrataron, ¿qué le exigieron o qué le pidieron hacer?


Lo que se le pide a todo entrenador, resultados. Aunque no te lo digan abiertamente, uno sabe que en un club grande no se puede esperar mucho.

¿Qué le ha transmitido el grupo de jugadores?

Hay muchas ganas. Es un plantel joven. Ellos saben lo que significa jugar en Oriente y lo positivo es que la dirigencia le está cumpliendo en lo económico.

¿Es cierto que tenía diferencias con Galarza y Hoyos que se dieron cuando dirigió en otras épocas a Oriente?

Lo de Galarza es mentira. Con él siempre tuve una gran relación. El periodista que lanzó ese dato se equivocó porque el roce de Galarza fue con Arturo García, no conmigo.

¿Y con Hoyos?

La tuve, pero se dio porque hice valer mi autoridad como técnico. En ese entonces (2006), Hoyos fue inducido por otros que habían en el equipo. Además, quiero confesar que todos los problemas que tuve con jugadores fue con aquellos que tuvieron y tienen problema de conducta, que no pasan de cinco o seis.

Pero su perfil de técnico que impone disciplina ¿está firme, no cambiará?

Eso no se negocia; no hay que permitir que vengan jugadores a hacer lo que les da la gana en los equipos. Por eso me duele que haya periodistas que me pongan de verdugo de aquellos futbolistas que después de su indisciplina terminan de víctimas.

Acláreme, a usted también se lo critica porque supuestamente maltrata a los jugadores en vez de alentarlos.

Jamás he tratado mal a un jugador. He sido futbolista y no se puede ofender a una persona que está con el corazón a mil pulsaciones por minuto. No es razonable y si eso pasara, seguro que me pueden faltar el respeto. Ahora, es distinto que al grupo le hable con autoridad. Reconozco que no soy de los que hablo despacito, pero lo hago sin ofender. Por eso me extraña que se diga que maltrato a jugadores.

Con todo esto, ¿qué enseñanza le ha dejado esta corta experiencia que ha tenido ya como entrenador?

Antes trataba de dar consejos a todos los jugadores, ahora se lo doy al que me lo pide y al que veo que se puede hacer algo por él. Cuando uno se lo da a n jugador maleado, éste cree que uno lo está agrediendo y ofendiendo.

¿Lo dice porque hay jugadores por ejemplo que se quedan porque el técnico lo vigila hasta en su domicilio?


Pero cómo son las cosas. El jugador más bien debería sentirse orgulloso de que su entrenador lo visita para saber cómo vive. Cuando fui jugador recuerdo que el primer técnico que visitó mi casa fue Mariani. Esa vez me sentí el jugador más orgulloso del mundo, porque el técnico se estaba preocupando por mí y le agradecí porque tuve éxito gracias a sus orientaciones.

Es cierto que acá se quejaron porque fui a sus casas, pero lo hice no para molestar sino para saber cómo vivían y para aconsejarlo que deberían dejar de alquilar para tener una casa propia.

Dirigir un equipo chico es complicado porque hay muchas carencias. Por eso valoro al entrenador que asume ese reto.

la cifra

31 go­les hizo el ‘99. Fue el segundo mejor goleador del mundo en actividad

En Oriente se exige resultados a corto plazo. La dirigencia no me lo dijo abiertamente, pero uno entiende a qué club llega a trabajar.

En mi etapa de jugador, el primer técnico que visitó mi casa fue Mariani. Me sentí orgulloso porque se estaban preocupando por mí.

Para tomar en cuenta

¿Qué opina de los técnicos que son flexibles con los indisciplinados?


Se lavan las manos y se hacen los opas. Los tuve como jugadores. Es una injusticia porque muchas veces el jugador que llega tarde y no entrena aparece el domingo de titular. Entonces mi pregunta es ¿qué le decimos al suplente que lucha por ganarse un puesto?. Acá, nosotros actuamos de acuerdo a justicia y de respeto a los demás.

¿Admite errores en su carrera como entrenador?

Primero quiero aclarar que no he maltratado a nadie. Lo juro por mi padre y mi madre, que están muertos, nunca he ofendido a un jugador. Sí he visto y escuchado a entrenadores que lo hacen, pero yo jamás.

La verdad no se qué error cometo. ¿Será un error entrenar a doble turno, concentrar, exigir apagar celular en las charlas?. No sé cuál será mi error. Es cierto que todos tenemos defectos, pero en mi rol de entrenador siempre trato de ofrecer lo mejor a mis jugadores para que trabajen con tranquilidad.

Evalúa su plantel

Plantel corto


“Tucho” Antelo considera que Oriente cuenta con una plantilla reducida. Dijo que necesita un central más y un volante de marca. “Un equipo grande debe tener suplentes de primer nivel”, dijo.

Conforme con Itacaré

El nuevo entrenador del equipo refinero sostiene que tiene variantes en la ofensiva. Destacó la producción de Elison do Santos (Itacaré). Está conforme con Maraude, Peña y el brasileño.

El campeonato

Antelo considera que deben ganar los cinco partidos que le restan del torneo Clausura. “De perder uno se complican las cosas, pero hay chance porque tengo mucha esperanza en este equipo’, dijo.

El Nuevo Dia

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